sonido y memoria

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HAZ REÍR

Los actos de los humanos me intrigan. Cuando intento entender los mecanismos y procesos por los que las personas hablamos, gritamos, lloramos o reímos, muchas veces me encuentro con acciones que sin estar aparentemente relacionadas, sí lo están por los órganos y procesos fisiológicos que implican. A veces también por las emociones y pensamientos que las originan. La relación más misteriosa a mi entender se da entre la risa y el canto. 100530_094_Carcajadas

Hacía poco que asistía a clases de técnica vocal y la profesora, cantante profesional, nos empujaba a perder la timidez y dejar salir la voz ayudándonos en el proceso con las diferentes explicaciones y formas de experimentar nuestro cuerpo. Es una persona muy dinámica y divertida y suele hacer bromas en sus clases y yo en aquella época todavía arrastraba una timidez y un miedo escénico bastante importante. Me parecía imposible poder expresarme con la voz a pesar de que sentía que estaba la pobre ahí encerrada como en una torre sin puertas, ni ventanas. Después de varias sesiones, la profesora decidió que ya era momento de hacerla salir. Recuerdo que veía lucecitas a mí alrededor y estaba a punto de caer redonda al suelo del miedo que sentía. Pero no tenía escapatoria. Y cuando creía que ya no podía más, ella hizo una broma y toda la tensión se fue en sonoras carcajadas de todos los presentes. Y justo en ese momento, ella me hizo consciente de todo el proceso de reír a carcajadas y de mi voz de diva de la ópera, como ella la calificó: “Justo esa es tu voz”. Y no sentía ningún complejo de reír a mandíbula batiente mientras todo mi abdomen subía y bajada y la sala se llenaba de cacareos operísticos. Jamás nadie me ha explicado mejor cómo se hace para cantar. Uno de los misterios de los humanos que la ciencia aún no puede explicar es la risa. Hay distintas teorías sobre por qué nos reímos. Puede ser la reacción a darnos cuenta de  que algo que nos parecía peligroso, no lo es en realidad. O puede ser el resultado de una sorpresa. Menos del 20% de la risa tiene que ver con algo gracioso, dicen diversos estudios. Reímos para enfatizar argumentos, llenar pausas cuando conversamos o incluso cuando nuestras maldades tienen éxito. Grandes risas y grandes voces, por cierto, las de los malos de la peli. http://youtu.be/mc-K5B_Pexs Una teoría postula que la risa es el resultado evolutivo de los jadeos de los primates cuando se hacen cosquillas. Otro gran misterio por cierto el de por qué tenemos cosquillas… Orangutans Laughing En definitiva, nadie sabe porqué aunque sí sabemos que cuando reímos casi todas las áreas del cerebro están activas. Un estímulo interno o externo que procesamos en áreas del sistema nervioso central, concretamente  las emociones en el sistema límbico y a partir de ahí se desencadenan procesos que llevan al acto motor  que es la risa. Las emociones están implicadas. Esto está claro. Al igual que cuando cantamos. Y en mi opinión, el hecho de comunicar también. Desde luego, podemos reír o cantar en soledad, pero también hay comunicación ahí. Con nuestro interior. Con todo ese montón de personajes conscientes e inconscientes que somos cada uno de los humanos. Evocamos una imagen y sonreímos, leyendo algo divertido, reímos. Nos encontramos tarareando una canción de infancia con un amigo y acabamos riendo. La risa es un acto involuntario para muchas personas y también en muchas situaciones. La base de cómo se produce es la respiración: la interrupción intermitente del aire que se expulsa por la boca al respirar. Es el mismo mecanismo que el hecho de hablar también. Desde que se da determinado estímulo sea éste un chiste o la ejecución de una canción, los procesos neuronales y fisiológicos son muy semejantes en la risa y el canto. Quizás es una evidencia del mismo origen evolutivo de la risa y el canto. Reír nos relaja y cantar también. Ambas acciones nos ayudan en momentos de estrés, de ansiedad, de baja moral e incluso de depresión. Tanto la risoterapia como la musicoterapia a través del canto son imprescindibles en el tratamiento de enfermedades neurológicas, degenerativas y una ayuda inestimable para conseguir una mayor calidad de vida, especialmente emocional, en enfermedades crónicas y en enfermos terminales. De hecho, estamos empezando a ver la magnitud de su poder sanador. Y eso que desde hace cientos de años reír y cantar nos ha caracterizado como una especie algo diferente del resto de seres vivos en nuestro planeta. ¿O no? Quizás no es algo tan específicamente humano como la ciencia cree. Pero de este tema ya hablaremos en otro momento. http://youtu.be/SND3v0i9uhE Enlace a wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Risa


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EL PRIMER GRITO

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A pesar de que la Terapia Primal ha sido criticada y desacreditada, las personas que han experimentado la resolución o el alivio de sus problemas emocionales no dicen lo mismo. Es cierto que es un tipo de terapia que exige mucho de quien confía en ella. Se necesita coraje. Y hay que encontrarlo antes de que esa pequeña y escondida dosis de esperanza desaparezca cuando el dolor no se va.

La terapia primal se orienta a curar traumas psicológicos. Arthur Janov, su creador, considera que la neurosis es causada por dolores reprimidos durante la etapa infantil. En su primer libro “The Primal Scream” aparecido en los años 70 del siglo pasado, sostiene que el dolor queda atrapado bajo la consciencia y propone re-experimentarlo y expresarlo plenamente junto con las emociones reprimidas para liberarse.

¿De qué estamos hablando? Evidentemente de un proceso de purificación. De catarsis. Aunque Janov cree que su técnica se diferencia de una catarsis* o de la abreacción*.

Desde luego no es nada nuevo. Hace miles de años que los humanos usamos sustancias, ritmos, músicas y bailes para provocarnos estados psicológicos, emocionales, físicos y mentales especiales por muy diversas razones y con finalidades diferentes.

La “sustancia” que la terapia primal usa para que el dolor surja desde el inconsciente es el grito. Gritar. Gritar. Gritar. Liberar la voz desde las tripas. Desgañitarse a veces. Volver a ser ese humano recién llegado con todo ese mundo hostil alrededor y ponerse a berrear.

Evidentemente en un entorno terapéutico. No se trata de gritar por el hecho en sí. Eso dice Janov. En mi opinión, el usar la propia voz, que implica todo el cuerpo, y dejarse llevar por esa dinámica  incluso sin un objetivo concreto, nos abre puertas a multitud de experiencias.

Janov critica las terapias habladas. Estoy de acuerdo con él en el sentido de que el lenguaje está relacionado con la corteza cerebral. Es decir las áreas de mayor razonamiento y que no tienen acceso a la fuente del dolor. Éste se halla en las partes más básicas del sistema nervioso central  y procesos en los que el cuerpo y las emociones son activados sin pasar por la razón ayudan a la persona a experimentar reacciones que le llevan a la comprensión y a la curación. Sin embargo, las palabras son necesarias también. Aunque no todo el mundo lo necesita. Como no todos se liberarán hasta el punto de dejarse llevar por su voz, por su grito hasta llegar a ese espacio antiguo de dolor para volver a vivirlo y dejarlo marchar.

El dolor de la infancia es el resultado de necesidades insatisfechas. Nuestras primeras necesidades son las exclusivamente físicas: la alimentación, la seguridad y el confort. Siguen las necesidades emocionales de afecto, comprensión y respeto por nuestros sentimientos. Y siguen las necesidades intelectuales de saber y entender.

Para el recién nacido indefenso, la supervivencia está en juego en casi todos los segundos de la existencia y cuando no son satisfechas durante demasiado tiempo, el dolor es el resultado. Y su forma de expresarlo, su única manera, es mediante el grito. Si recuperamos ese sonido primitivo, propio, podemos ir vaciando el saco de traumas, dolores y complejos y así  despejar obstáculos y frenos en la edad adulta. Ese es el tema. Y el poder del sonido es inmenso y si ese sonido es nuestra voz, no hay límites.

La fuerza de esta terapia según mi parecer está en la búsqueda de ese grito que surge de un recuerdo de edad temprana. “Primal”  en medicina se refiere a los tres primeros años de vida de los seres humanos. Actualmente, una corriente de investigación de los cambios en cómo se producen los nacimientos, postula o prefiere usar  “primal” en referencia a los tres primeros años de la vida humana, sí,  pero incluyendo la gestación  y el parto con carácter de suma importancia. Si en lugar de usar el término “primal” usamos el término “Primitivo”, creo que queda mucho más claro que estamos hablando de conectar con los primerísimos momentos en los que este galimatías que somos los humanos empezamos a luchar por entendernos en la vida.

Y primitivo es ese grito que surge desde los intestinos, desde el bajo vientre. En el que el aire es expulsado creando sonidos que pueden a veces ser extremadamente elevados de volumen o increíblemente sutiles y llenos de matices.

Gritamos por miedo, por sorpresa, para defendernos, para atacar, por placer, para expresar alegría y también dolor.

El grito suele ser un arma psicológica para uno mismo como contra un contrincante o atacante. Gritar evidencia la confianza en uno mismo. Puede usarse como arma de protección y también como forma de ataque o de expresar el poder.

Asistir a un proceso en el que alguien se lance a expresar y buscar a través de su voz es un privilegio y los artistas suelen ser generosos en muchos sentidos. John Lennon grabó su primer álbum en solitario después de la disolución de The Beatles, Plastic Ono Band, en el que tanto en la composición y letras como en la interpretación estaba experimentando un proceso terapéutico. En tratamiento mediante la técnica del Grito Primal con Janov exploraba la relación traumática con sus padres, el abandono que sufrió y todo lo que le provocaba y frenaba en su juventud y edad adulta. Simplemente con batería y bajo y él mismo en teclados y guitarra, Lennon va desnudándose y liberándose. No hay más que decir.

 

 

  • Se denomina Abreacción a la descarga de emociones y afectos ligados a recuerdos, generalmente de experiencias penosas o dolorosas infantiles que han sido reprimidas. En el contexto terapéutico, el supuesto es que el sujeto, al revivir las situaciones originarias por la palabra y otras expresiones conductuales o gestuales adecuadas, se libera de la tensión afectiva ligada a esas representaciones. El término fue utilizado por Freud y  Breuer. Freud usa a veces el concepto en reemplazo de catarsis, que en griego significa originalmente purga tanto como purificación.

http://es.wikipedia.org/wiki/Abreacci%C3%B3n

  • Catarsis(del griego κάθαρσις kátharsis, purificación) es una palabra descrita en la definición de tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la compasión y el miedo (eleos phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma.

http://es.wikipedia.org/wiki/Catarsis


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Mejor que alka-seltzer, Canto Gregoriano.

 

Mejor que alka seltzer,  Canto Gregoriano.

Capiteles Clautro Sant Cugat 036

La música tiene la capacidad de producir un efecto en los objetos y en los seres vivos. En el ser humano este efecto se manifiesta a todos los niveles: biológico, fisiológico, psicológico, intelectual, social, espiritual. Éste es justamente el mérito de la música como terapia, su poder sanador.

De entre las muchas investigaciones sobre el efecto fisiológico de la música, las que se han centrado en las repercusiones en los movimientos en el estómago son coincidentes: la música sedante produce fuertes contracciones peristálticas en el estómago ayudando en el proceso de la digestión.

El equipo médico del Dr.Trenti de la Universidad  de Roma colaborando con la California University demostró que el canto gregoriano, la música de Bach y la música prerromántica son aconsejables en los tratamientos de gastritis, úlceras y muchas alteraciones gastrointestinales. Hicieron públicas las estadísticas en el congreso internacional de Canto Gregoriano que se celebró en Ferrara en 1980:

–       60% de curaciones en alteraciones gastrointestinales solamente con tratamiento músico-terapéutico en base al             Canto Gregoriano.

–       Las úlceras duodenales presentaban 58,82%

–       Gastroduodenitis, también el 60% de curaciones.

En los problemas gástricos psicosomáticos la música sedante es de gran ayuda también, pues en el estómago confluyen numerosos nervios conectados entre sí y con el cerebro. En la digestión intervienen las glándulas endocrinas y los nervios y también sabemos que las emociones influyen en el funcionamiento de las glándulas y del sistema nervioso. La música puede estimular o relajar todo este proceso tanto para ayudar como para perjudicar: un ruido imprevisto e incluso una música demasiado estimulante pueden causar espasmos en el estómago y en el píloro, dando lugar a un corte de digestión.

Según mi parecer el hecho de que el canto gregoriano sea “digestivo” tiene que ver en primer lugar con esta relación entre el cerebro y el segundo cerebro (el estómago, con sus alrededor de 100 millones de neuronas). En segundo lugar, en la propia estructura del canto que precisa de un control muy preciso de la respiración y conocer la técnica de canto con melismas. Y en tercer lugar, en el propio idioma en el que se canta. Este último punto, lo amplío a otros cantos y prácticas en diferentes lenguas como el canto de Salmos en las sinagogas o el canto de mantras en sánscrito y un largo etcétera.

Creo que la respiración es el puente entre las funciones reflejas del cuerpo y las que son voluntarias. A través de la respiración podemos llegar a establecer conexiones conscientes sobre procesos del cuerpo y sobre las emociones como lo atestiguan muchas disciplinas en diferentes culturas y religiones como las filosofías orientales (budismo, zen y yoga),  las artes marciales y actualmente en el deporte.

La técnica del canto gregoriano consiste en emitir notas cantadas muy largas con melismas en la  línea melódica en función del texto. Los cantores controlan la respiración realizando profundas inspiraciones, emitiendo la voz en largas espiraciones. Es necesaria una buena preparación para un buen control voluntario de la respiración.

Respirar bien aumenta el oxígeno en sangre optimizando todo el sistema nervioso incluido el cerebro y estimulando las glándulas pineal y pituitaria, el suave movimiento del diafragma masajea los órganos abdominales beneficiando el proceso digestivo y  masajea también el corazón, estimulando la circulación sanguínea.

Los melismas en el canto gregoriano consisten en cantar varias notas diferentes en una misma sílaba. Este tipo de técnica tiene su origen en la música antigua, algunas teorías la vinculan a prácticas que actualmente llamaríamos de carácter hipnótico.

La lengua en la que nos han llegado los textos para el canto gregoriano es el latín, con algunas palabras en griego y otras en arameo. Profundizaré en estos dos puntos en otras entradas.

Mientras tanto, en lugar de tomar cualquier fármaco sintético antes o después de una comida, sugiero una buena alimentación y la escucha de canto gregoriano. No sólo nuestro estómago lo agradecerá, todo nuestro cuerpo y nuestro estado emocional y mental se verán beneficiados.

Aquí  dejo una muestra y más abajo unas notas ampliando algunos conceptos.

 

 

Notas:

  1.      El canto gregoriano se caracteriza por el ritmo libre en función del texto, se canta al unísono (todos los cantores entonan la misma línea melódica) y a cappella, es decir, sin acompañamiento instrumental.  La línea melódica  no tiene grandes saltos de voz, se mueve por intervalos de segunda, tercera a veces de cuarta o quinta.
  2.      Los movimientos peristálticos forman parte del proceso de digestión. El cerebro recibe la información en el momento de masticar y coordina el proceso enviando señales para producir estos movimientos. Los músculos involucrados se van contrayendo y relajando rítmicamente de tal forma que llevan al alimento a irse moviendo por el sistema digestivo.