sonido y memoria

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LA MÚSICA DE LAS ESFERAS 2. CLÚSTER

Creo que la música es una de las puertas hacia otras dimensiones, hacia otras esferas y otros mundos. ¿El mundo del alma? ¿El mundo del espíritu? No lo sé. Como tantas personas intuyo algo así. Esa puerta o puente entre nuestra esfera material y otros mundos quizás angélicos, quizás infernales me parece una forma de recordar quienes somos realmente. O  cuál es nuestro origen. Al menos, me parece  un camino para responder a las preguntas de siempre.

Cluster Jeremy Geddes

Escribía hace semanas sobre el sonido de los planetas. La música de las esferas, decía. Oyendo el sonido de los planetas, no dejaba de recordar otros sonidos, como la música creada e interpretada por personas. Y esto me lleva a hacer un pequeño preámbulo:

Junto con el ritmo, la melodía y la armonía forman los tres principios fundamentales de la música. Notas sonando sucesivamente forman una melodía. Las notas sonando simultáneamente conforman la armonía. Y estas notas que suenan a la vez son los acordes que se construyen por intervalos. Es decir por notas con frecuencias diferentes.

Y este preámbulo tiene que ver con una armonía muy específica que usa acordes llamados clúster. Las notas que tocadas simultáneamente forman un acorde, como decía, tienen espacios entre ellas: intervalos de tercera.  Por ejemplo: el acorde de do mayor está formado por las notas do, mi y sol. Ni el re, ni el fa, se tocan y el resto de notas tampoco. Si añadimos otras notas, entonces ya es otro acorde.

En un piano estaríamos tocando teclas intercaladas.

Un acorde clúster se forma por notas sucesivas: do, do sostenido, re, re sostenido… es decir por intervalos de segunda (mayor o menos). En el piano se entiende fácilmente pues tocaríamos  a la vez teclas unas al lado de las otras.

Tradicionalmente se consideran inarmónicos. Disonantes. Que suenan mal.

Sin embargo, desde el s. XVI se conocen estos acordes y algunos autores los han usado esporádicamente. Por ejemplo Verdi en la ópera Otelo. Es a partir del s.XX. cuando se ha investigado y usado esta armonía tanto en música clásica como en jazz y especialmente en bandas sonoras de películas de suspense,  terror o ciencia ficción. Justamente por el clima emocional de incertidumbre, inseguridad y desconcierto que genera por la falta de centro armónico.

Pero lo que ocurre con algunas de las composiciones actuales especialmente para canto, no parece suscitar este tipo de clima emocional. Es más, no sólo son reacciones emocionales las que genera sino también fisiológicas. Tal y como la terapia de sonido postula.

Los clúster se forman sumando notas. Se van añadiendo notas con relaciones armónicas muy cercanas entre ellas hasta tener muchas notas sonando juntas. Se forman como en un racimo, que es justamente lo que clúster significa. Y la cuestión es que al final tenemos la relación de armónicos expresándose conjuntamente en el más sutil plano material de la energía que es el sonido junto con la luz. Es también lo que suena al procesar las frecuencias de los planetas.

El sonido de los planetas que oímos gracias a la Nasa, resulta que se parece bastante a la música de algunos compositores que usan este tipo de armonía. Como la música de “2001:  Odisea en el espacio” que comentaba en el post: https://wordpress.com/post/52323258/256/

Ligeti fue discípulo de Bela Bartok que a su vez lo fue de Henry Cowell, pionero en promocionar este recurso armónico a principios del siglo XX.

Actualmente Eric Whitacre es conocido por su estilo basado en este tipo de armonía. Él dice:

«Desde mi más temprana experiencia de cantar en un coro me encantaba cantar tanto segundas mayores como segundas menores con otras voces. Todavía me hace reír, me hace sentir hormigueo. Y por alguna razón, sólo ocurre con las voces. Me encanta este sonido con cuerdas o metal, pero de alguna manera con la voz humana cuando están tan cerca entre sí, es exquisita para mí. Y así, creo que porque yo tiendo a usar un poco esos gestos, los cantantes están tal vez teniendo una respuesta fisiológica cuando están cantando mi música – que les hormiguea de la misma manera que a mí «. – Eric Whitacre

http://ericwhitacre.com/music-catalog

A mí me ocurre. Hay una respuesta física y energética además de la esperada reacción emocional cuando escucho estas composiciones. Al igual que al escuchar los sonidos de los planetas. Como les ocurrió a los científicos que oyeron esos sonidos por primera vez al procesar sus frecuencias.

Que el sonido de los planetas y la música creada con esta estructura expresada a través de la voz humana se parezcan y que el efecto físico y emocional sea el mismo es lo que me da que pensar, pues parece una evidencia de un estado olvidado y que de pronto recuerdo. Intuyo una pertenencia. Siento una nostalgia de algo lejano o perdido que reencuentro, que vuelve a mí después de un largo y accidentado viaje.

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Para quien quiera profundizar sobre la conexión entre la creación musical y la ciencia. En inglés.

Emitido en directo el 05 de mayo. 2015
Desde St. Paul, Minn., Compositor Eric Whitacre se unirá American Public Media Brian Newhouse acerca de la creación de su obra más reciente, «Deep Field».


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EL PRIMER GRITO

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A pesar de que la Terapia Primal ha sido criticada y desacreditada, las personas que han experimentado la resolución o el alivio de sus problemas emocionales no dicen lo mismo. Es cierto que es un tipo de terapia que exige mucho de quien confía en ella. Se necesita coraje. Y hay que encontrarlo antes de que esa pequeña y escondida dosis de esperanza desaparezca cuando el dolor no se va.

La terapia primal se orienta a curar traumas psicológicos. Arthur Janov, su creador, considera que la neurosis es causada por dolores reprimidos durante la etapa infantil. En su primer libro “The Primal Scream” aparecido en los años 70 del siglo pasado, sostiene que el dolor queda atrapado bajo la consciencia y propone re-experimentarlo y expresarlo plenamente junto con las emociones reprimidas para liberarse.

¿De qué estamos hablando? Evidentemente de un proceso de purificación. De catarsis. Aunque Janov cree que su técnica se diferencia de una catarsis* o de la abreacción*.

Desde luego no es nada nuevo. Hace miles de años que los humanos usamos sustancias, ritmos, músicas y bailes para provocarnos estados psicológicos, emocionales, físicos y mentales especiales por muy diversas razones y con finalidades diferentes.

La “sustancia” que la terapia primal usa para que el dolor surja desde el inconsciente es el grito. Gritar. Gritar. Gritar. Liberar la voz desde las tripas. Desgañitarse a veces. Volver a ser ese humano recién llegado con todo ese mundo hostil alrededor y ponerse a berrear.

Evidentemente en un entorno terapéutico. No se trata de gritar por el hecho en sí. Eso dice Janov. En mi opinión, el usar la propia voz, que implica todo el cuerpo, y dejarse llevar por esa dinámica  incluso sin un objetivo concreto, nos abre puertas a multitud de experiencias.

Janov critica las terapias habladas. Estoy de acuerdo con él en el sentido de que el lenguaje está relacionado con la corteza cerebral. Es decir las áreas de mayor razonamiento y que no tienen acceso a la fuente del dolor. Éste se halla en las partes más básicas del sistema nervioso central  y procesos en los que el cuerpo y las emociones son activados sin pasar por la razón ayudan a la persona a experimentar reacciones que le llevan a la comprensión y a la curación. Sin embargo, las palabras son necesarias también. Aunque no todo el mundo lo necesita. Como no todos se liberarán hasta el punto de dejarse llevar por su voz, por su grito hasta llegar a ese espacio antiguo de dolor para volver a vivirlo y dejarlo marchar.

El dolor de la infancia es el resultado de necesidades insatisfechas. Nuestras primeras necesidades son las exclusivamente físicas: la alimentación, la seguridad y el confort. Siguen las necesidades emocionales de afecto, comprensión y respeto por nuestros sentimientos. Y siguen las necesidades intelectuales de saber y entender.

Para el recién nacido indefenso, la supervivencia está en juego en casi todos los segundos de la existencia y cuando no son satisfechas durante demasiado tiempo, el dolor es el resultado. Y su forma de expresarlo, su única manera, es mediante el grito. Si recuperamos ese sonido primitivo, propio, podemos ir vaciando el saco de traumas, dolores y complejos y así  despejar obstáculos y frenos en la edad adulta. Ese es el tema. Y el poder del sonido es inmenso y si ese sonido es nuestra voz, no hay límites.

La fuerza de esta terapia según mi parecer está en la búsqueda de ese grito que surge de un recuerdo de edad temprana. “Primal”  en medicina se refiere a los tres primeros años de vida de los seres humanos. Actualmente, una corriente de investigación de los cambios en cómo se producen los nacimientos, postula o prefiere usar  “primal” en referencia a los tres primeros años de la vida humana, sí,  pero incluyendo la gestación  y el parto con carácter de suma importancia. Si en lugar de usar el término “primal” usamos el término “Primitivo”, creo que queda mucho más claro que estamos hablando de conectar con los primerísimos momentos en los que este galimatías que somos los humanos empezamos a luchar por entendernos en la vida.

Y primitivo es ese grito que surge desde los intestinos, desde el bajo vientre. En el que el aire es expulsado creando sonidos que pueden a veces ser extremadamente elevados de volumen o increíblemente sutiles y llenos de matices.

Gritamos por miedo, por sorpresa, para defendernos, para atacar, por placer, para expresar alegría y también dolor.

El grito suele ser un arma psicológica para uno mismo como contra un contrincante o atacante. Gritar evidencia la confianza en uno mismo. Puede usarse como arma de protección y también como forma de ataque o de expresar el poder.

Asistir a un proceso en el que alguien se lance a expresar y buscar a través de su voz es un privilegio y los artistas suelen ser generosos en muchos sentidos. John Lennon grabó su primer álbum en solitario después de la disolución de The Beatles, Plastic Ono Band, en el que tanto en la composición y letras como en la interpretación estaba experimentando un proceso terapéutico. En tratamiento mediante la técnica del Grito Primal con Janov exploraba la relación traumática con sus padres, el abandono que sufrió y todo lo que le provocaba y frenaba en su juventud y edad adulta. Simplemente con batería y bajo y él mismo en teclados y guitarra, Lennon va desnudándose y liberándose. No hay más que decir.

 

 

  • Se denomina Abreacción a la descarga de emociones y afectos ligados a recuerdos, generalmente de experiencias penosas o dolorosas infantiles que han sido reprimidas. En el contexto terapéutico, el supuesto es que el sujeto, al revivir las situaciones originarias por la palabra y otras expresiones conductuales o gestuales adecuadas, se libera de la tensión afectiva ligada a esas representaciones. El término fue utilizado por Freud y  Breuer. Freud usa a veces el concepto en reemplazo de catarsis, que en griego significa originalmente purga tanto como purificación.

http://es.wikipedia.org/wiki/Abreacci%C3%B3n

  • Catarsis(del griego κάθαρσις kátharsis, purificación) es una palabra descrita en la definición de tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la compasión y el miedo (eleos phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma.

http://es.wikipedia.org/wiki/Catarsis